Segundo círculo
Qué singularidad la de las damas que escriben, las que decimos más en letras, en papel, en teclas y en silencios. Peligrosas...avezadas navegantes de las profundidades de sus propias almas y las de sus pares, esos que hablan un lenguaje similar ante el mundo y ante ellas. Tal vez más sensibles a "la realidad" y facultadas con la desdicha y gracia de ver con más facilidad el velo encima de todo lo tangible.
Hoy mientras escribo me queda reír, "Tú muéstrame alguien que lleve bien ser libre y di si en toda decisión no se gesta un crimen ruin"
Qué delgada línea entre lo "bueno y malo" lo "acertado y equivocado" lo "correcto o incorrecto", toda polaridad me ha enseñado que en ellas habita una jaula.
La jaula de lo bueno, lo acertado, lo correcto, el deber es la que nos limita a conformarnos con lo que hay, con el miedo a salir al mundo y darnos cuenta que somos creadores de nuestra realidad, tal vez la única razón del ser: ser co-creador del juego que es vivir y dejar de ser víctima del mundo y sus condiciones. Toca hacerse responsable y no nos gusta ¡Qué peso! ¡Qué riesgo!
Lo bueno nos cobija en la seguridad mediocre, en lo tibio, soso, lo seguro, lo correcto que nos da la palmadita en la espalda mientras hacemos algo que realmente no queremos pero nos tocó y "somos los buenos" mismo cobijo que tarde o temprano nos lleva a darnos cuenta de lo vacía y estática que ha estado nuestra vida, de lo que nos sacrificamos por otros porque "somos los buenos" claro, justificando la falta de valor y decisión bajo la bondad y una suerte de disque Cristo interno que se deja en segundo lugar en nombre del otro mal bondadoso al que prostituyen llamando "amor". Lo bueno de lo bueno... Una vez que ves los barrotes, una vez que despiertas ya no puedes cerrar los ojos nuevamente.
Lo malo, lo equivocado, lo incorrecto nos encarcela en el miedo y el juicio, en la culpa y al pararnos a la otra vera nos da el poder de señalar a otros desde una moralidad que muchas veces refleja ésa falta de coraje para sentir plenamente desde la gloria hasta el estrellarte contra el suelo. ¿Cómo aprender? ¿Cómo elegir? ¿Cómo saber sin probar? ¿Qué maestría? El lado de la sombra enseña el camino a valorar y conseguir el equilibrio, la caída enseña a levantarse y que sí, no te vas a morir. Muchas cosas en la sombra son impredecibles, aterradoras, nos llevan a extremos desconocidos y nos llenan de incertidumbre pero también es en la oscuridad que nos conocemos en lo pasional, en lo bajo, en el impulso y nos damos cuenta de que somos el todo. La libertad no nace del hacer lo que te da la puta gana sino de comprender que puedes elegir, que puedes hacerte responsable, la libertad vive también en no juzgar, ¿Cómo señalar y perseguir si tenemos las mismas manchas?
Increíblemente la sombra despreciable nos lleva a la empatía, al conocernos, a aceptarnos, a aprobarnos y es el camino al verdadero y no maricón sentimiento de amar.
Las palabras no alcanzan para describir el despertar aterrador que tuve, mi sombra, mi dolor y toda la mierda que he vivido desde que tengo uso de razón. Hay peores historias, lo sé, hay dolores indescriptibles y no los envidio en lo más mínimo, tampoco son mi consuelo.
Esperaba que mi bondad alguna vez fuera el pago para dejar de sufrir y me frustraba viendo que al parecer la niña, la adolescente y la mujer "buena" solamente sabían pasarla de mal en peor. Rechacé hasta a Dios y mi fe, me sentí abandonada porque la "buena" sufría "¿Por qué me abandonas así?" Fueron muchas noches sin dormir ahogada en llanto, con un dolor de cabeza interminable y una mirada sin luz, perdida y deseando cada día desaparecer y morir, lo intenté y ni de eso pude hacerme responsable porque era muy "buena" y "considerada" para hacerle ese daño a mi familia.
No soy buena, no soy mala, no tengo la jaula de la polaridad. Soy responsable de mi vida y he tenido que verme en extremos para mostrar que "carajo sí, así era y sí, me levantaré cada vez" y que no tengo la prisión que me haga señalar a otros. Soy ilimitada y soy creadora y sobre todo: me amo terriblemente, me acepto, me apruebo y soy lo mejor que le podría pasar a quién sea que tenga cerca. No es ego, es la puta verdad, sea como sea soy el campo abierto donde vienen a correr ellos, ellas que abren los ojos y saben que aunque caigan, aunque lloren, aunque sangren, aunque rían yo seré testigo fiel y leal de como se ponen de pie, caminan y vuelan.
Te amo terriblemente.
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