Ellas
Creo que no existe cosa más peligrosa para una mujer que la soledad y no hay nada más poderoso que las mujeres unidas plenamente y en consciencia, con hambre de objetivos que van más allá de lo que los sentidos pueden percibir, mujeres que han descubierto que son diosas porque estan llenas de amor.
Y así como el amor que hay dentro de cada una, hay muchas heridas y marcas, muchas veces como consecuencia de querer dar demasiado a un mundo que nos presenta las escasez todos los días y que también nos hace sentir escazas, limitadas y no siempre capaces de estar a la altura del caos que nos rodea.
Vemos seres vacíos y queremos llenarlos, queremos ser hogar de alguno de ellos, la cura de su enfermedad y ellos lo saben, saben que no hay cosa más dulce que el amor de una mujer, de despertar su cariño, dulzura y su pasión, de probar del cuerpo y alma de quién los ama.
Cuánto dolor le sigue al querer dar lo que no nos damos, es triste cómo nos podemos degradar al dejar que como buitres caigan aquellos que buscan satisfacer sus deseos y alimentar su ego y aprovechan el ver a una mujer en soledad.
Así como las fieras, nos aislamos del mundo cuando algo nos enferma, algo nos mata pero lo cubrimos por no herir a quienes amamos y ahí, con las alas rotas y solas caemos en dulces mentiras, cerramos los ojos, creemos que seremos salvadas como tratamos de salvar a otros.
Porque así somos, esperamos del mundo lo que le damos al mundo. Terrible error ése de darle al mundo lo que no nos damos, mucha ingenuidad para andar caminos en soledad confiando en extraños que creemos conocidos.
Abre los ojos y vuela a tu hogar, porque todas, desde la más inocente hasta la más "puta" alberga lo mismo, el mismo amor, el mismo dolor, el mismo camino que ha andado o andará, niña o anciana, somos una tribu, un grupo que lucha en un mundo de hombres.
Y no, no estás sola, somos y seremos el amor, el misterio y lo divino hecho carne, sonrisas, lágrimas, gozo, creación y destrucción, somos mujeres.
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